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Carlos Ramírez, El Hijo de Apopa

El Hijo de Apopa
Por José Manuel Ortiz Benítez

“Se llama Macario. No hay problema. Vos lo agarrás de allá y yo de acá”, dijo el Dr. Ramírez, con total naturalidad (Foto SEEM).

Arrastramos hacia un lado el cuerpo de Macario –el Dr. de las manos y yo de los pies– para dejar la vía libre del zaguán donde el Doctor estacionaba un Corolita del 85 que utilizaba como medio de transporte local.

“Es un buen cuidandero” dijo el Doctor, “pero a veces no puede controlar la tentación del mediolitro.”

Macario establecía su campamento delante del garaje de la casa del Doctor, cuando éste solía estar de visita en Apopa. Había un pequeño Conacaste al lado del portón de metal. Ahí, encima de una piedra, bajo la sombra del Conacaste, se ponía el fiel centinela desde tempranas horas de la mañana para salvaguardar la casa del Doctor de cualquier peligro de los comerciantes y vendedores instalados en el Mercado Municipal de Apopa.


Antes del mediodía, Macario dormía profundamente, desparramado por delante del portón con la sangre alcoholizada. Era su manera profesional de cuidar la entrada de la casa del hijo de Apopa más grande y noble que haya existido en el exterior.

El Doctor tenía una vieja costumbre de saludar alegremente a toda las vendedoras de todo el bloque del Mercado Municipal de Apopa que colindaba con su casa. Cada día que permanecía en Apopa, el Doctor invertía una hora larga saludando a los comerciantes y a los vecinos.

Tras el saludo, el Doctor se sacaba un aguinaldo espontáneo, de una bolsa de billetes sueltos y monedas pequeñas, que repartía entre los vecinos y vendedoras del Mercado.

“Es para que me cuiden la casa” decía. Pero no era cierto. Lo hacía porque tenía una gran compasión por los más necesitados. Una vez, el Corolita nos dejó tirados en la cuneta camino a Comalapa. Empujamos el carro hasta un humilde taller y ahí yo pagué 10, 5 y 3 dólares al mecánico jefe, al mecánico en prácticas y al ayudante, respectivamente, por el recambio de la manguera del radiador. El Doctor sacó la cartera y repuso el desequilibrio del pago, de tal manera que todos recibieron 20 dólares cada uno por el trabajo realizado.

De todos sus numerosos viajes, el Doctor nunca fue asaltado o tuvo un altercado con nadie en Apopa, a pesar de todos los peligros existentes alrededor de su vecindad. La gente lo respetaba y el siempre se mostraba dispuesto ayudar a cualquiera, sin importarle el riesgo o el interés personal.

La mañana del lunes 19 de enero de 2010, el corazón se le paró, por causas que todavía no están muy claras. Al desplomársele el cuerpo por el parón cardiaco sufrido de manera repentina, la parte posterior de la cabeza se estrelló en seco contra la orilla de la bañera, provocándole una fractura en el cráneo que le ocasionó la muerte, dice el informe oficial del Instituto de Medicina Legal.

El cuerpo del Doctor quedó tumbado en el suelo con el cráneo trasero rajado en dos, mirando hacia el cielo. “La escena es realmente dantesca” dijo Herbert, un personaje de mucho quilate, que se empeña en representar a Salvadoreños en el Mundo en El Salvador.

A principios de Mayo de 2009, el Dr. Ramírez visitó la casa de la entonces futura Ministra de Salud Pública, doña María Isabel Rodríguez, y le aclaró amablemente: “No venimos a pedir un hueso, sino a ofrecernos para participar como ciudadanos de la Diáspora, con nuestras experiencias y desde nuestras instituciones”. Talvez no hubiera hecho falta pronunciarse de aquella manera, pero el Doctor sintió la necesidad de hacérselo saber ya que, en aquellas fechas, la futura ministra había recibido algunos zopilotes de vuelo bajo que buscaban algún tipo de puesto o reconocimiento en el nuevo Ministerio de Salud.

Carlos Ramírez no quería eso, sino ayudar, pero ayudar de verdad.

El 24 de abril de 2009, el Doctor hizo un viaje fortuito a Washington. “Le pido que el nombre del Doctor Ramírez sea incluido en la lista de invitados a la cena” le solicité, a título personal, a un amigo de esa ciudad.

Durante la cena en el distinguido restaurante, de otro gran patriota salvadoreño, el Dr. Ramírez le dijo al entonces Presidente Electo Mauricio Funes: “Lo apoyamos a usted y a su futuro gobierno, cuente con nosotros para cualquier cosa y, sobre todo, para el tema del medio ambiente”. A continuación, le entregó al ex periodista un pliego de recomendaciones sobre la urgencia de entrarle al problema medioambiental en El Salvador.

Más tarde el 31 de Mayo de 2009, el Doctor dijo públicamente en el Hotel Sheraton de San Salvador “nos mantendremos vigilantes ante las políticas de este nuevo gobierno”, en un tono fijo y firme. No lo dijo por que tuviera una diferencia de principios con el gobierno de Funes que estaba a punto de estrenarse el día siguiente, sino porque para él la vigilancia ciudadana era una herramienta primordial en la construcción y la consolidación de la Democracia.

“También se debe vigilar y denunciar aquellos en el poder con los que compartimos los mismos principios” me dijo en Diciembre de 2009. “Es un deber ciudadano ante la Democracia, no una afinidad ideológica ciega.” (Último Reportaje de Carlos Ramírez en El Salvador en Dic. 2009)

Como todo el mundo, el doctor Ramírez, a parte de practicar su religión particular –principalmente la Botánica y el medio ambiente– tenía su propia ideología política, una ligera inclinación hacia la izquierda social. Pero antes de ideologías personales, el Dr. Ramírez practicaba un ejercicio extinguido en nuestro país: ayudar a los más pobres a cambio de nada.

El 19 de septiembre de 2009, dos días antes de la Cumbre del Liderazgo Salvadoreño Americano, en Washington, DC., el Dr. Ramírez dijo “Si el gobierno de Funes no puede enviar a la Cumbre de Washington al Viceministro para la Atención de los Salvadoreños en el Exterior, aquí está mi tarjeta de crédito a disposición”.

El Sr. Viceministro Juan José García estaba en Ecuador y había dicho a la comunidad salvadoreña en el exterior que no le era posible desplazarse hasta Washington para asistir a la Cumbre porque el gobierno de Funes estaba en una fase de apretarse el cinturón.

El Dr. Ramírez pagó todos los gastos con su tarjeta de crédito.

4 días después, el 23 de septiembre por la noche, una vez finalizada la Cumbre, el Dr. Ramírez invitó cordialmente al Viceministro García y al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, El Sr. Juan J. Figueroa, a una amable cena en un cálido restaurante en el barrio de Dupont Circle, en Washington.

El costo de la cena rondó los tres ceros. El Dr. Ramírez se hizo cargo de la cuenta, sin titubeos, ni intereses particulares de cara al futuro.

El viernes 22 de enero de 2010, doña Ana Mercedes de Penado, tía del Dr. Ramírez, y el Sr. Carlos Ramírez, padre, se presentaron en la oficina del Viceministerio para la Atención de Salvadoreños en el Exterior y solicitaron ayuda a esa instancia gubernamental para facilitar la cremación del cadáver y llevarse los restos del científico a Nueva York.

El Viceministro Juan José García le habría entregado el pésame oficial de Cancillería, y después recomendó a doña Mercedes de Penado y al Sr. Ramírez tratar el asunto de la ayuda con la funcionaria, Luz Mila Aguirre, y ésta a su vez, con otra funcionaria de menor rango, y ésta, a su vez, con otra de menor nivel, así hasta llegar a la señora de la limpieza, quien, por supuesto, no entendía cuál era exactamente la naturaleza de la problemática a resolver.

Al parecer, el informe de Medicina Legal, estableciendo las “causas naturales” de la muerte, entregado a la familia y a la funeraria, no fue suficiente para realizar la cremación del cuerpo tal como estaba acordada entre la familia y la funeraria, quién, sin ruborizarse, cobra 115 dólares al día por mantener al muerto fuera de descomposición.

“Se solicita un informe completo, incluido un análisis toxicológico, para llevar a cabo la cremación” habría dicho la Funeraria a la Sra. Mercedes de Penado y al Sr. Carlos Ramírez, quien literalmente no podía con el dolor en el vientre provocado por el fallecido.

El día sábado 23 de enero de 2010 por la tarde, según Herbert –el muchacho que dice representar a Salvadoreños en el Mundo en El Salvador– un hombre recién duchado, con camisa blanca y corbata, cara sobria y ojos aceitosos, se presentó a la Funeraria Las Flores en San Salvador y dijo “Vengo a ver al Doctor.”

“No es posible ver al doctor. Está listo para ser cremado,” le anunció una voz.

Macario dio la vuelta y desapareció por el mismo camino por donde había aparecido.

Al cierre de esta nota –lunes 25 de enero de 2010– el cuerpo del Dr. Ramírez, el científico salvadoreño más comprometido y preparado de las Ciencias Botánicas de toda Norte América, yace doblado al interior de un congelador, con un ventilador echándole humo frío encima, dentro de las instalaciones de la Funeraria Las Flores, quien se niega a incinerarlo, presuntamente, por trabas burocráticas que nadie conoce. Mientras tanto, la familia, los amigos y los conocidos del Doctor, aparte del dolor en el pecho, seguimos sin entender qué es lo que está pasando con el cadáver del hijo de Apopa más grande y más noble residente en el exterior.

Otros artículos de este autor AQUÍ - José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
Comentarios
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16 comments :

  1. Puta que feo se esta poniendo esto del doctor.

    Que es lo que pasa amigos de SEEM por que no ha sido incinerado el cadaver??

    Gracias

    Chelo San Miguel.

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  2. "Arrastramos hacia un lado el cuerpo de Macario"

    En que clase de barrio vivía el doctor.

    Me da un poco de pena todo lo que esta pasando en esta historia.

    Salu. Maria D.C.

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  3. Esto es una verguenza.
    UN buen amigo de El Salvador no se le trata asi.

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  4. El Servicio de Los Salvadoreños en el Exterior esta para ayudar a los salvadoreños en el exterior, no a los salvadoreños en El Salvador.

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  5. Bueno, eso de querer incinerar el cadaver tan rapido no es conveniente, esto huele a crimen, no a una muerte accidental, te da un paro cardiaco y te fracturas el craneo, eso no suena bien, aqui hay mano peluda. Investiguen aqui estamos acostumbrados a que los crimenes quedan impunes.

    No mas !!!

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  6. Increíble!!! si eso es INCREIBLE, darse cuenta del aporte grandioso y de la calidad de hombre que fue Carlos y el trato que le han dado las autoridades salvadoreñas, OJALA que cuando vengan a EE.UU. esos politicos asquerosos,de todos los bandos, al menos los veamos con cara de repudio y no nos lancemos a tomarnos una foto con ellos y hacerlos creer importantes, SI NO HACEMOS ALGO NOSOTROS,los de allá nos seguirán viendo siempre como simples remeseros y a quienes pueden venir siempre a extender la mano y llevarse las bolsas llenas de dinero. Descanza en paz, carlitos, tienes el cariño y recuerdo de tus hermanos en el exterior. BETO

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  7. Para el retrazado mental del comentario de las 5:38.

    El Dr Ramirez y su familia viven en el exterior y ante todo eso no debe de ser excusa para no agilizar lo que se tenga que agilizar y resolver esta situacion YA!

    Sr FUNES ASI ES COMO TRATA EL SALVADOR A SUS MEJORES HIJOS?

    PONGALA REMEDIO A ESTO YA!

    Reynaldo Diaz

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  8. con mucho respeto para Ana, deberian de iniciar una investigacion de la muerte de tu primo el Dr. Ramirez, despues de esta nota del cambio climatico el 30 de diciembre que el denuncio y hay que pedirla al Gobierno de los Estados Unidos inmediatamente y vigilar mas de cerca la INFORMACION SOBRE LA MINERA PACIFIC RIM QUE DICE HABER DESCUBIERTO QUE EL PAIS ESTA ASENTADO SOBRE UNA GRAN PLATAFORMA DE ORO! 20 dias despues de esa publicacion muere el dr. Ramirez que coincidencia
    y aparte ya mataron a varios defensores del medio ambiente, claro Juan Pueblo debil y con hambre pero con fuerzas enfrentando y defendiendose como dijo en el articulo el Dr. Ramirez, de la humilde campesina que dijo que de nada le sirve tener una casa hecha de oro si no va a haber agua para dener vida, LUCY GUERRERO Salt Lake City

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  9. Autoridades salvadoreñas,

    Fiscalía General de Republica
    Instituto de Medicina Legal
    Viceministerio de Atención para los Salvadoreños en el Exterior
    Presidencia de República

    Que es lo que pasa aquí.

    Por que Carlitos no ha sido incinerado como el y la familia deseamos.

    Walter Primo de Carlos

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  10. Carlitos debe ser encinerado ya mismo. Es lo menos que se puede hacer por un patriota.

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  11. Es profusamente lamentable la circunstancia que se encuentra la familia del Doctor Carlitos de Apopa ya que se debe de TRATAR A UN PAISANO A LA ALTURA DE SU NOBLE COMPROMISO EN LA NACION!

    O ES QUE QUIEREN QUE SE LO DIGAMOS EN DISTINOTS IDIOMAS ACA EN ESTA CARTELERA DE OPINION:

    POR FAVOR AUTORIDADES DEL ESTADO SALVADOREÑO, ATIENDAN MEJOR A LA FAMILIA DOLIENTE DEL DR. CARLITOS RAMIREZ EN SU DESEO DE CREMAR EL CUERPO Y SUS RESTOS SER TRANSLADADOS HACIA NEW YORK !

    SALVADORAN STATE AUTHORITIES, WE PLEA, THAT YOU MUST BE HONORED THE DOCTOR RAMIREZ FAMILY IN THEIR WISH TO CREMATE THE BODY AND SUBSECUENTLY TO TAKE ITS REMAINS TO NEW YORK!


    Digaselo en distintos idiomas, haber si asi entienden que CARLITOS NOS PERTENECE A LA DIASPORA SALVADOREÑA DEL MUNDO !


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  12. Sr. Juan José García, Viceministro para la Atención de Salvadoreños en el Exterior,

    Tenga un poco de compasión de este noble patriota y haga las llamadas a Medicina Legal para que el cuerpo de Carlos sea cremado como era su deseo.

    No contribuyamos a que la gente crea que Carlos murió asesinado porque no es verdad.

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  13. PUTA QUE VICEMINISTRO MAS CACHIMBON EL QUE TENEMOS.

    BIEN QUE SE COMIO LAS PUPUSAS QUE LE INVITO CARLITOS, PERO A LA HORA DE AYUDAR, PUTA SE DESENTENDIO DEL ASUNTO A LAS PRIMERAS DE CAMBIO CON LA OTRA SEÑO QUE HIZO LO MISMO Y ASI TODAS.

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  14. Nuestro gran amigo, paisano y colega ha partido en medio de nosotros pero llevamos una carga todo Salvadoreño responsable por nuestro pais El Salvador; los que habita en cualquier parte del Mundo: Ayudar al desarrollo del pais en cualquier circunstancia que sea. Halla violencia o no, halla lluvia torrencial o no, halla presidente popular o no, halla religion o no, halla conocimiento o no halla pisto...

    Es la diaspora la responsable del desarrollo del conocmiento adquirido en otras latitudes del planeta mas desarrolladas para beneficio de la nacion.

    Para mi es un gran privilegio y dolor tanto en estos momentos de luto y reacondicionamiento de las baterias del servicio a la nacion por parte de los que amamos patria.

    Ojala que los restos de Carlos Ramirez sean cremados para que Doña Dolores en New York tenga la fortaleza de la certeza que su hijo cumplio su proposito de servir a la sociedad Salvadoreña.

    A los padres de Carlos, que Dios les acompañe en su largo caminar de fe y esperanza; motivaciones creadas por su hijo que nos dio mucho de esa virtud.

    Herbert Hernandez.

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  15. Es realmente increible la forma en la que esta trabajando el gobierno para no contribuir en la repatriacion del Dr. Ramirez, despues de toda las contribuciones que hizo para uds. Srs. del gobierno.
    Por favor amigos, no confundamos la rapidez con la que se quiere cremar el cuerpo de mi primo con que fue un asesinato que se quiere ocultar, por favor, no confundan, si aun tienen a su madre viva, y tu o un hermano tuyo muriera, no crees que lo que mas quisiera tu mamita, seria Poder Contemplarlo en su ultimo lecho, pues entonces POR FAVOR,piensen un poco en el dolor de mi tia, la mama de Carlos, Ella necesita ver a su hijo, para consolarse aunque sea con tenerlo de esa forma; NO MAS ESPECULACIONES POR FAVOR, NO CAUSEN MAS DOLOR DEL QUE SENTIMOS.
    y Sres. del gobierno, "por sus obras los conocereis", reza una parte de la Santa Biblia.....

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  16. Lo que carlos hizo por el imposible:

    http://archive.laprensa.com.sv/19990822/revista_dominical/rdo1.asp

    ReplyDelete

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