“Barbarie Humana” en El Salvador
Por José Manuel Ortiz Benítez
Ni en la guerrilla, ni en los escuadrones de la muerte, en sus versiones más sanguinarias, se había visto algo parecido: rociar con gasolina y quemar deliberadamente a gente viva en plena vía pública.
En esto se ha convertido El Salvador del nuevo siglo: en una tostadora humana.
El domingo 20 de junio de 2010 sobre la calle roma del Barrio18 de Mejicanos –una populosa zona en el extrarradio de San Salvador, El Salvador– un microbús de transporte público, Toyota Coaster 1993, de la ruta 47 fue incendiado por miembros de la Mara 18 con todos los pasajeros que viajaban en su interior.
"La Barbacoa Humana", como dijo uno de los mareros -el más joven- ha dado la vuelta al mundo.
Más de una treintena de salvadoreños inocentes que volvían a sus hogares sobre las 7:30 de la tarde, fueron rociados con gasolina y luego incendiados, vivitos y coleando, con sus conciencias y sus sentidos a flor de piel.
Ni en la guerrilla, ni en los escuadrones de la muerte, en sus versiones más sanguinarias, se había visto algo parecido: rociar con gasolina y quemar deliberadamente a gente viva en plena vía pública.
En esto se ha convertido El Salvador del nuevo siglo: en una tostadora humana.
El domingo 20 de junio de 2010 sobre la calle roma del Barrio18 de Mejicanos –una populosa zona en el extrarradio de San Salvador, El Salvador– un microbús de transporte público, Toyota Coaster 1993, de la ruta 47 fue incendiado por miembros de la Mara 18 con todos los pasajeros que viajaban en su interior.
"La Barbacoa Humana", como dijo uno de los mareros -el más joven- ha dado la vuelta al mundo.
Más de una treintena de salvadoreños inocentes que volvían a sus hogares sobre las 7:30 de la tarde, fueron rociados con gasolina y luego incendiados, vivitos y coleando, con sus conciencias y sus sentidos a flor de piel.
11 de ellos murieron calcinados en el acto entre los gritos, el resplandor y la desesperación. 4 lo hicieron en la precariedad y la ineficiencia de la red de salud pública salvadoreña. El resto de víctimas no logra salir del shock provocado por la pesadilla.
¿Cuándo fue la última vez que un grupo armado prendió fuego a una treintena de personas vivas al interior de un autobús público?
He tragado mucha prensa en los últimos 15 años y no recuerdo nada ocurrido en ningún rincón del mundo parecido a lo acontecido en Mejicanos la tarde del domingo 20 de junio de 2010.
El Presidente de la República, Mauricio Funes, ha calificado la barbarie humana de Mejicanos como “acto terrorista” y sugiere, como respuesta, criminalizar la pertenencia a pandillas y bandas urbanas. El grupo político GANA, va más allá y recomienda de inmediato implementar la pena de muerte.
Las propuestas llegan como calambrazos en el hígado, después del choque emocional provocado a conciencia por estas maras que tienen al país arrodillado. “Pareciera ser como que los pandilleros quisieran demostrar algo a las autoridades" dice el comisionado Roberto Villalobos, Subdirector de Áreas Especializadas de la Policía Nacional Civil (PNC).
El comisionado Villalobos no anda muy lejos en su sospecha. Los jefes de las pandillas, como señores de gran poder, buscan respeto, y en el caso de las maras eso significa, más extorsiones, más asesinatos y, por supuesto, más terror en la población.
Los jefes de las maras saben que el terror colectivo es una arma eficaz para ganar batallas y doblegar a la sociedad y sus poderes democráticos.
Con la masacre de Mejicanos, el modus operandi de las maras asciende a otro nivel. Pasa del acto meramente violento para aterrizar en el terreno de lo emocional, con el ojo puesto en desestabilizar el estado psicológico de la población.
“Pánico colectivo” es la consigna.
Un acto planificado, una estrategia cuidadosamente diseñada en la que no se pretendía hacer más daño sobre las carnes y los huesos de las personas asesinadas, sino más bien en los sentimientos y en el estado de ánimo de todos los sectores que componen nuestra sociedad.
De momento, aunque hayan sido capturado 8 de los presuntos asesinos, a los perversos la táctica les ha funcionado. Se ha decretado un período de luto nacional en honor a las víctimas, la sociedad civil está desesperanzada, la bandera salvadoreña cuelga a media asta y la clase dirigente ha entrado en una fase de consternación.
Es mucho más fácil destruir seres humanos disparándoles indiscriminadamente a la altura del pecho que capturarlos y encerrarlos para después rociarlos con gasolina y prenderles fuego vivos. Esto último se hace como un acto simbólico, como algún tipo de ofrenda o recado para alguien en particular.
Estamos ante una guerra violenta y psicológica, en la que los perversos no tienen piedad, ni escrúpulos, ninguna contemplación hacia la vida humana.
Nos equivocamos amigos. Estos guerreros urbanos, muchos de ellos menores de edad, no se detendrán ante el llanto y sufrimiento de personas inocentes.
Esta calaña ya no se regenera. Por el contrario, los amos de las maras tienen sus objetivos bien claros: extorsionar, matar y aterrorizar, a cualquier precio, da igual que sea sobre las cabezas de los cuerpos de seguridad o sobre las cabezas de niñas inocentes como la de Hazel Melany Gómez Ruano, una indefensa muchachita de 18 meses que encontraron hecha carbón entre los cuerpos calcinados de sus padres al interior del microbús de la ruta 47.
Otros artículos de este autor aquí – José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
¿Cuándo fue la última vez que un grupo armado prendió fuego a una treintena de personas vivas al interior de un autobús público?
He tragado mucha prensa en los últimos 15 años y no recuerdo nada ocurrido en ningún rincón del mundo parecido a lo acontecido en Mejicanos la tarde del domingo 20 de junio de 2010.
El Presidente de la República, Mauricio Funes, ha calificado la barbarie humana de Mejicanos como “acto terrorista” y sugiere, como respuesta, criminalizar la pertenencia a pandillas y bandas urbanas. El grupo político GANA, va más allá y recomienda de inmediato implementar la pena de muerte.
Las propuestas llegan como calambrazos en el hígado, después del choque emocional provocado a conciencia por estas maras que tienen al país arrodillado. “Pareciera ser como que los pandilleros quisieran demostrar algo a las autoridades" dice el comisionado Roberto Villalobos, Subdirector de Áreas Especializadas de la Policía Nacional Civil (PNC).
El comisionado Villalobos no anda muy lejos en su sospecha. Los jefes de las pandillas, como señores de gran poder, buscan respeto, y en el caso de las maras eso significa, más extorsiones, más asesinatos y, por supuesto, más terror en la población.
Los jefes de las maras saben que el terror colectivo es una arma eficaz para ganar batallas y doblegar a la sociedad y sus poderes democráticos.
Con la masacre de Mejicanos, el modus operandi de las maras asciende a otro nivel. Pasa del acto meramente violento para aterrizar en el terreno de lo emocional, con el ojo puesto en desestabilizar el estado psicológico de la población.
“Pánico colectivo” es la consigna.
Un acto planificado, una estrategia cuidadosamente diseñada en la que no se pretendía hacer más daño sobre las carnes y los huesos de las personas asesinadas, sino más bien en los sentimientos y en el estado de ánimo de todos los sectores que componen nuestra sociedad.
De momento, aunque hayan sido capturado 8 de los presuntos asesinos, a los perversos la táctica les ha funcionado. Se ha decretado un período de luto nacional en honor a las víctimas, la sociedad civil está desesperanzada, la bandera salvadoreña cuelga a media asta y la clase dirigente ha entrado en una fase de consternación.
Es mucho más fácil destruir seres humanos disparándoles indiscriminadamente a la altura del pecho que capturarlos y encerrarlos para después rociarlos con gasolina y prenderles fuego vivos. Esto último se hace como un acto simbólico, como algún tipo de ofrenda o recado para alguien en particular.
Estamos ante una guerra violenta y psicológica, en la que los perversos no tienen piedad, ni escrúpulos, ninguna contemplación hacia la vida humana.
Nos equivocamos amigos. Estos guerreros urbanos, muchos de ellos menores de edad, no se detendrán ante el llanto y sufrimiento de personas inocentes.
Esta calaña ya no se regenera. Por el contrario, los amos de las maras tienen sus objetivos bien claros: extorsionar, matar y aterrorizar, a cualquier precio, da igual que sea sobre las cabezas de los cuerpos de seguridad o sobre las cabezas de niñas inocentes como la de Hazel Melany Gómez Ruano, una indefensa muchachita de 18 meses que encontraron hecha carbón entre los cuerpos calcinados de sus padres al interior del microbús de la ruta 47.
Otros artículos de este autor aquí – José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
Labels
Violencia
El problema de la violencia era complejo. Ahora se ha vuelto macabro.
ReplyDelete"La Barbacoa Humana"
ReplyDeletePena de muerte a los mareros señores del congreso.
Ya.
Muerte a los mareros.
ReplyDeleteEl pueblo clama justicia.
Si meten a los mareros presos, eso no luciona nada, por estos muchachos mandan a matar y extorsionar a los salvadoreños inocentes desde el interior de las carceles.
ReplyDeleteHay que comtemplar el debate de la pena de muerte para estos salvajes.
Nos dejamos influenciar por el calor de una situación para escribir cualquier cosa, sin el más mínimo rigor. ¿Acaso ya se nos olvidó El Mozote? Más de 800 asesinados, mujeres y niños la mayoría. Está escrito que lanzaban a los niños al aire y los ensartaban en sus bayonetas cuando caían. No es necesario faltar a la verdad por un buen titular, creo yo. Y repito: 800.
ReplyDelete"He tragado mucha prensa en los últimos 15 años y no recuerdo nada ocurrido en ningún rincón del mundo parecido a lo acontecido en Mejicanos la tarde del domingo 20 de junio de 2010."
ReplyDeleteCORRECCION (con datos del Sr. Canciller de la Republica de El Salvador): Estimado Jose Manuel, el Sr. Canciller, Hugo Martinez, en un intento de restarle impacto mediatico (como quien dice, no es en El Salvador que las pandillas hacen esto por primera vez), le informo a la diaspora en Washington que esta no era la primera vez que se daba este tipo de 'BBQ Humano', que ya se habia dado en Honduras y en Guatemala. No se exactamente a que incidentes se referia, ni bajo que circunstancias, pero ese dato lo compartio en su discurso del 25 de junio en Langley Park, MD.
Jorge M.
Amigo Jorge,
ReplyDeleteSi tiene el hallazgo de la quema humana de personas vivas en Honduras o Guatemala, pasenos el link y asi dejamos al Sr. ortiz al descubierto.
Pues habria que pedirle la informacion al Sr. Canciller. Yo no estoy seguro a que incidentes se referia, pero queria pasar esa informacion que parece refutar lo que Jose Manuel dice.
ReplyDeleteSin embargo, repito, no tengo los datos puntuales de esas otras supuestas BBQ humanas.
Jorge M.
HAY QUE PARAR ESTA BARBARIE !...
ReplyDeletePARA EL SR. QUE ESCRIBIÓ ESTO. BARBARIES COMO ESTÁ NO ES LA PRIMERA, RECORDARTE LA MASACRE DEL MOZOTE EN 1981 EN EL DEPARTAMENTO DE MORAZÁN. EL BATALLÓN ATLACATH ASESINÓ Y QUEMÓ MAS DE 1000 CAMPESINOS EN ESA ZONA. LAS VÍCTIMAS NO ERAN GENTE ARMADA, ERAN MUJERES, NIÑOS Y ANCIANOS. REVISEMOS LA HISTORIA. NO OBSTANTE LA PRENSA TIENE QUE SER RESPONSABLE CON LO QUE ESCRIBE, RESPETAR LA ÉTICA PERIODÍSTICA, DAR UN TRATAMIENTO A LA NOTICIA RESPONSABLE YA QUE SOMOS GENERADORES DE OPINIÓN.
Hazel Melany Gómez Ruano, una indefensa muchachita de 18 meses
ReplyDeletePuta esa gente le vale madre. Nombre una angelita de esa edad no merece morir asi.
Esta macabra accion de las maras paraliza los sentidos y requiere de un tiempo razonable para tocar el fondo de la conciencia antes de hacer decisiones, o dar opiniones. Lo que si esta claro es que esos animales salvajes han peridido el derecho a vivir. Ya sea por sentencia judicial o por otra forma, esa basura humana debera pagar por sus crimenes en la misma -o peor- forma que ellos utilizaron para asesinar a sus victimas.
ReplyDeleteCuando me preguntan de donde soy me da verguenza decir que soy Salvadoreño.
No creo que el gobierno pueda tener exito en terminar con esa mi****da humana, asi que es el pueblo quien debera organizar lo que corresponda para hacer verdadera justicia. Cuando queremos, los Salvadoreños somos imparables si nos decidimos a hacer algo, asi que ahora ha llegado el momento de actuar. Este crimen no debera quedar impune, ni debemos esperar a que el sistema de "justicia" del pais actue. Esa gentuza son enemigos del pueblo Salvadoreño y como tal, deberan ser tratados como enemigos.
EL NIVEL DE CONSTERNACION NACIONAL DEL PUEBLO SALVADOREÑO ES ABSOLUTA ANTE EL ASESINATO MANIFESTADO EN LA CARBONIZACION DE PERSONAS OBREROS, AMAS DE CASA E INOCENTES INFANTES.
ReplyDeleteHASTA CUANDO PUEBLO VAMOS A PEDIR QUE REGULE EL ESTADO LOS DEPORTADOS MEIMBROS DE PANDILLAS EN DISTINTAS CIUDADES, QUE LLEGAN DEPORTADOS CON HORRENDOS CRIMENES VIOLENTOS?
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Asi es, esta calaña ya no se regenera. Son y seran una verguenza para todos los salvadoreños dentro y fuera del pais. No son guerrillas urbanas, o terroristas, o extremaderecha o extremaizquierda. Para estos criminals, no importa el gobierno que este en el poder o lo que la sociedad salvadoreña pueda o haya podido lograr avanzar en educación, salud, empleo, etc. siempre habra un desafio por parte de ellos. Nos preguntamos como es que este problema se pueda resolver? Las opiniones estaran dependiendo de que si alguien ha sido o no victima de uno de estos criminales, ya sea respetando derechos humanos, o aplicando una ley dictatorial, o sometiendolos a tratamiento psicologico o dandoles pena de muerte, toque de queda, etc. Algo tendrá que hacerse.
ReplyDeleteQue los maten a todos los mareros, aunque esa no es la soluciòn, urge implementar la pena de muerte, hay q tomar al toro por los cuernos, dejense de tanta vuelta señores del gobierno.
ReplyDeleteyo creo que este tipo de gentuza porque ni siquiera se les podria decir animales porque los animales se respetan en el sentido de que estos individuos no respetan ni a su misma sombra entoces piensen si tu estuvieras frente a un fulano de estos que va a pensar este si su idea es matar o morir o esque acaso no han escuchado sus consignas tan especiales que se rezan entre ellos y no les gusta ver que otro se vea bien ante ellos estan como enagenados mentalmente creo que tienen un grave problema pero para sacarles eso solo sacandoles el cerebro para mi es una lacra de la sociedad minoritaria porque no esta afectando la alta sociedad y siendo asi esta bien segun los politicos que deberian actuar desde ayer cambien o el pueblo tomara el asunto en serio y entonces eso ya no sera tan sencillo como manejar unos cuantos enagenados que se pueden anular desde la raiz piensen o es prblema del gobierno o se hace problema del pueblo
ReplyDeletequé tal hermanos salvadoreños, soy peruano y lamento esta barbarie, los corazones crueles no tienen cómo regenerarse, a esa basura se la debe exterminar si piedad, escupirles en la cara, en el Perú de a poco estamos eliminando a la lacra, hace años sucedió algo parecido en mi país, gracias a Dios el bus explotó luego de que todos bajaran, que Dios tenga en su Gloria a todos los que son víctimas de la crueldad
ReplyDelete