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Juan José García y los Salvadoreños en el Exterior

Por José Manuel Ortiz Benítez

Cuando se conoció su nombramiento, aquella frenética tarde del 30 de mayo de 2009, la decisión de poner al Sr. Juan José García como máximo responsable de la estrategia en las relaciones entre Gobierno y Diáspora me pareció una apuesta arriesgada –por no decir fallida– desde el principio.

En noviembre de 2008, 6 meses antes de ser nombrado Viceministro, el Sr. García, el académico, mantenía que a los salvadoreños en el exterior, en el computo global, no les interesaba, ni les importaba lo que ocurría al interior de El Salvador. Por esa razón, “debemos reflexionar más a fondo” sobre la inclusión política de los salvadoreños en el exterior, sostenía.

Nos lo dijo a todos los presentes, directamente a la cara. Tengo que reconocer que aquel acto de sinceridad del ahora Viceministro de los Salvadoreños en el Exterior me incomodó –me había pasado más de 18 horas en un avión para escuchar su conferencia en el corazón de Antiguo Cuscatlán. Pero no sólo fui yo, sino decenas de migrantes salvadoreños que habían llegado de varios rincones del mundo –de Argentina, de Canadá, de Holanda, de Suecia, de Italia, de Australia, de Estados Unidos, de Alaska, etc.– los que se sintieron incomodados con aquellas frías y crudas palabras salidas de la boca del entonces académico consultor, veraz y objetivo, argumentando, con gestos y articulaciones, delante de aquel proyector en la aula magna de la Universidad José Simeón Cañas.

Soltó otras aseveraciones como por ejemplo que el precio del voto en el exterior rondaría los 36 millones de dólares y que, de todas formas, la hazaña de la inclusión política de la Diáspora para el caso salvadoreño podría suponer para el Estado un gasto al vacío, sin ninguna garantía en los índices de participación.

Juan José García, el académico, aferrándose a los casos de México, Honduras y la República Dominicana defendía: “En todas las experiencias examinadas, los resultados que se han obtenido no se han correspondido con las expectativas iniciales, la lista de votantes ha reflejado un bajo nivel de participación y los votos efectivos reflejan cifras aún menores”. Es decir, aquel buen académico, sostenía que, en índices paupérrimos, a lo mejor habría que replantearse el derecho a la participación.

Finalmente, después de una hora y media largas, el Sr. García arribaba a una rotunda y terrible conclusión. “En síntesis, nos parece que hay que dar como supuesto que los migrantes desean y tienen voluntad de participar en la política nacional y votar en las elecciones desde sus lugares de residencia, supuesto que, a la luz de los casos examinados, no está claramente cimentado” al día de hoy, dijo el Sr. García, con reverencia y sin pudor, como esos hábiles consultores acostumbrados a la presión y a la destreza verbal delante de la multitud.

Naturalmente, el tiempo fue insuficiente para la discusión de rapiña que se armó después de la disertación. Rescato aquí, de mi libro de citas, la mejor de un tipo tosco llegado desde Los Angeles: “El derecho (la inclusión política) de los salvadoreños en el exterior es básico, elemental y no responde a cuestiones comparativas, a índices de participación, ni a cálculos económicos de tipo costo-beneficio, sino al libre albedrío de cada cuál a autoexcluirse o participar de acuerdo a la Constitución”.

El 1 de junio de 2009, después de juramentar su cargo oficial como Viceministro para la Atención de los Salvadoreños en el Exterior, al Sr. García se le entregó debidamente un documento titulado: “Políticas y Estructura del Viceministerio de Relaciones Exteriores para los Salvadoreños en el Exterior”, en el que se hace un aporte humilde para ayudar a poner en marcha una nueva estrategia en las relaciones entre Gobierno y Diáspora. La propuesta plantea no sólo cambios estructurales y derechos políticos, sino también otros temas interesantes como el desarrollo local, la identidad cultural, el arte, la comunicación entre Gobierno y Diáspora, todo bajo la perspectiva de los propios migrantes. Es decir, de nosotros, los salvadoreños que un día nos vimos empujados a huir hacia fuera del país.

A fecha de hoy, el Viceministro de los Salvadoreños en el Exterior, no ha podido encontrar ni una sola mañana para discutir los puntos claves de aquella propuesta que se le presentó hace ya cerca de un año.

Nada nuevo.¡Cultura política salvadoreña! La dirigencia pública salvadoreña tiene su propia naturaleza, especialmente cuando se trata de promover ofertas de cambio que le son debidamente presentadas por los ciudadanos de a pie.

No somos seres ajenos, conocemos nuestras costumbres y aunque no se comparta, se entiende el elemento cultural de algunos funcionarios públicos. La clase política salvadoreña no tiene el hábito, ni la paciencia para reunirse con cualquier hijoevecina que le presente propuestas más o menos útiles para la comunidad.

Nosotros, los que presentamos aquella propuesta, entendemos ese factor, pero los familiares de Wendy Osorio no.

En agosto de 2009, Wendy Mariela Osorio de Barahona, una salvadoreña de Cuscatancingo, El Salvador, que iba rumbo al norte, en busca del sueño americano, fue abandonada a su suerte en medio de la ruta 281, una carretera semidesértica, al sur del estado de Texas, cerca de la frontera México-EE.UU.

Los coyotes no tenían garantías seguras de poder cobrar en destino la otra mitad del dinero por los servicios prestados y Wendy –28 años de edad, madre de dos, Bryant y Jefferson, de 6 y 11 años, respectivamente– no tenía el físico requerido para canjear “carne” por deuda, así que Wendy no tuvo más remedio que apearse de la furgoneta y enfrentarse a la interminable recta de asfalto en medio del desierto del estado de Texas, acompañada únicamente de su propia sombra.

“La última vez que supimos de ella fue el 18 de agosto de 2009. Ella ya estaba de este lado de la frontera en McAllen, Texas, EE.UU” dice, apenado, Juan Alonso Barahona Martinez, el marido de Wendy, quien vive en Los Angeles, California, de manera irregular.

El 20 de septiembre de 2009, desesperado, Juan Alonso Barahona acudió al Viceministro de los Salvadoreños en el Exterior para que le echaran una mano, un papel, una foto, una copia del pasaporte, una huella digital, cualquier cosa que le pudiera servir en la desesperación.

Wendy había desaparecido en las puertas del paraíso, sin dejar ningún rastro de su existencia.

El 21 de septiembre de 2009, en un amague de ayuda, el Viceministro Juan José García solicitó los datos de identificación de Wendy Mariela Osorio de Barahona los cuales fueron inmediatamente suministrados esa misma tarde por una ONG en Los Angeles.

El 24 de septiembre de 2009 el Sr. García cambiaba ligeramente de discurso respecto a noviembre de 2008 y decía a los líderes políticos de la Diáspora reunidos en Washington, DC “No se entiende el desarrollo de El Salvador sin el aporte de los salvadoreños en el exterior”.

Esa misma semana, después de varios días deambulando bajo el sol, Wendy Osorio moría deshidratada con la cara deformada gracias a los ataques que recibió de animales de dos y de cuatro patas que merodean hambrientos por estos peligroso parajes en la frontera tejano-mexicana.

El cuerpo de Wendy fue encontrado en fase de descomposición por Nora Salinas, la ayudante del Fiscal del Condado de Brooks, en las inmediaciones de Falfurrias, Texas. EE.UU.

En octubre de 2009, al cabo de dos semanas, sin mandíbula, sin la oreja izquierda y sin identificación, el cuerpo de Wendy se trasladó a un rincón del depósito de cadáveres del condado de Brooks. Finalmente el informe legal de las huellas digitales llegó y se confirmó que el cuerpo de aquella mujer con la cara deformada, en efecto, correspondía a la salvadoreña Wendy Mariela Osorio de Barahona de Cuscatancingo, la madre de Bryant y Jefferson.

Juan Alonso Barahona, un tipo duro de 180 libras, se derrumbó. La mujer que esperaba con los brazos abiertos había sido devorada por animales extraños bajo un manto de estrellas al sur de Texas.

El caso de la muerte de Wendy fue tan extraño, que no salió en ningún medio de comunicación, salvo en un programa llamado Primer Impacto de la Cadena Univision, EE.UU. Este tipo de programas vende y además ayuda a frenar la inmigración, dice uno que vio la emisión.

A fecha de hoy, Juan Alonso Barahona sigue esperando en Los Angeles, no la ayuda, que nunca llegó, sino una simple respuesta de parte del titular del Viceministerio para la Atención de los Salvadoreños en el Exterior.

Mientras tanto, Bryant y Jefferson, ahora huérfanos de madre, permanecen anclados en un barrio pobre de Cuscatancingo, en El Salvador, esperando su oportunidad para ir en busca del sueño americano que su madre no encontró.

Otros artículos de este autor Aquí - José Manuel Ortiz Benítez es editor de Salvadoreños en el Mundo
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12 comments :

  1. Con todo el respeto al Sr. Juan Jose Garcia, creo que el no esta cualificado para este puesto, que requiere ir más allá de la experiencia de un academico, requiere de ser conocedor de primera del la vida de nuestros migrantes.

    O sea se necesita a un salvadoreño inmigrante conocedor de la problemática migratoria y del desafío que supone los flujos migratorios tanto en destino como en origen y lidiar con toda esta mar de gente migrante legal e ilegal, esta última parte es la que carece el Sr. García.

    Demasiado intelectual, su lenguaje y su forma de ser no conecta con la comunidad migrante salvadoreña

    Alberto, Canadá

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  2. El Sr. García debe ser mas real con la comunidad, este ha sido su problema. Muchas palabras rebuscadas y poca interacción real con los humildes inmigrantes salvadoreños en el exterior.

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  3. Hay que empezar diciendo que el señor Garcia, parece buena gente, bien intencionado e inteligente. Desafortunadamente su posición requiere mucho más que eso, su experiencia sobre migraciones no va mas allá de la lectura de algunos libros y estudios, muchos tal vez, la mayoría de ellos escritos por personas que como él tampoco conocen o han vivido la realidad de los inmigrantes y que opinan con soberbia intelectual sobre temas que desconocen. Para poder opinar con propiedad sobre un tema tan delicado, debe tenerse la experiencia a través de los 5 sentidos y no solo conformarse con tener la misma a través de un cigarro y un café que acompañan una lectura en una cómoda oficina de académico o en la tranquila zona de lectura de una biblioteca universitaria.
    Esa misma inteligencia, buena intención y aparente calidad humana (no nos consta si es auténtica o no) debería servir a JJ Garcia para que reconozca que durante su primer año de gestión administrativa ha habido un franco deterioro en los servicios a nosotros los salvadoreños en el exterior la única razón de ser de la institución que él dirige y de la cual es responsable, misma razón por la cual es su persona la responsable de ese retroceso y de esa involución en nuestra calidad de atención que de por si era casi nada y ahora es menos.
    Los salvadoreños en el exterior necesitamos mucho más que un lenguaje académico o palabras rebuscadas que mas que buscar soluciones lo único que buscan es vender la imagen del funcionario para probables futuros contratos en organismos internacionales que viven y han vivido muy lejos, pero muy lejos de la simple y cruda realidad de los migrantes. Apelo a esos atributos del señor Garcia para pedirle que renuncie en bien de todos los salvadoreños en el exterior y que su experiencia académica sea aprovechada por nuestro país para que prepare informes en el formato y en los términos semánticos con que les gusta disimular o describir la supuesta realidad a los funcionarios de organismos internacionales o académicos como él.
    Claudio Marquez

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  4. Juan Angel MartínezMay 18, 2010 at 9:32 AM

    Al compatriota García, está totalmente desenchufado del polvo en el que se mueven los inmigrantes salvadoreños en el exterior.

    Esa lejanía es latente y no se puede reemplazar con la lectura de los libros. Hace Falta haberla vivido.

    El presidente o quien sea que lo puso en ese puesto sencillamente se equivocó.

    Saludos,

    Juan Angel Martínez
    Virginia

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  5. García es habil, pero el puesto no era para él, "too technician" Mr. García.

    You need to lower your flights and come to earth with inmigrants communities.

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  6. Si esta historia es real, el Sr. García debe explicar que pasó con su famoso "gestión humanitaria" anunciada en el principio de su mandato.

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  7. Ortiz,

    Hacía tiempo que no escribía. Vuelve con fuerza con ganas de volarle la cabeza al Viceministro que nos representa en el exterior.

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  8. La gente tiene lo que se merece.

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  9. Huguito Martinez, llego la hora de deshacerse de este Sr. antes de que cause daño a tus sueños presidenciales.

    Felipe Cañas
    Estocolmo Suecia

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  10. Muchos optimistas como el escribiente en esta cartelera de opiniones, asegure que deberiamos esperar mas tiempo para proporcionar un mejor panorama en medio de discrepancias en la comunidad con relacion a este nombramiento.

    J & J GARCIA es un intelectual del camino de regreso de los deportados y no de los que han logrado su sueño en el exterior y ni mucho menos de los inmigrantes que regresan al pais!

    Es bonito estudiar cifras, comparar constantes y espirales de sostenimiento economico de nuestra contribucion a la economia nacional como tributo maximo de nuestras comunidades al pais, PERO ES DISTINTO EL ESTAR ABRIGADO CON LA ESPERANZA DE MANTENER UNA PRESENCIA INSERTADA EN MEDIO DEL DEBATE Y LUCHA POR NUESTRAS CONQUISTAS DE DERECHOS HUMANOS EN EL VOTO AL EXTERIOR, LEGALIZACION PARA TODO INDOCUMENTADO (a lo cual el llama "sitacion irregular" en sus estudios y analisis presentados en el documento "salvadoreños a medias")COMO TAMBIEN AL EXTERIOR.

    Lo significante en este articulo de ORTIZ es que se demarca de un analisis veloz, imprudente y satiro mas sin embargo es un vivido ejemplo de nuestras frustraciones en VERDADERA ATENCION AL INMIGRANTE(@) SALVADOREÑO.

    Creo han transcurrido cerca de 12 meses de gobierno y hay muchas "cueces y pocas habas" que ya estamos delucidando.

    Nuestro potencial como inmigrantes no por eso desfallecera; mas sin embargo, nos IMPELE LUCHAR CON MAS FERVOR COMO COMUNIDAD REALMENTE PREPARADA EN EL EXTERIOR CON TODA NUESTRA PUJANZA Y VOCACION ACADEMICA, PUEBLERINA-COMUNITARIA QUE ESTA VEZ NO ES ARPAIO (El sheriff insolente con signo nazi al recharzo de la comunidad inmigrante)

    ESTA VEZ ES SIMPLEMENTE J & J GARCIA !


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  11. todo esta dicho ya por mis hermanos salvadorenos solo queda agregar que se deberian de estudiar a las personas antes de delegarles un puesto no solo por un estatus social o por cuello como solimos decir...

    esto me gusto: no se entiende el desarrollo de El Salvador sin el aporte de los salvadorenos en el exterior

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  12. Indudablemente el Sr Garcia no tiene la sensibilidad ni la concepcion de los derechos humanos y politicos de los Salvadorenos en el Mundo.

    Si tenemos un nuevo gobierno esperamos nuevas politicas. No mendigamos, exigimos el voto en el exterior como nuestro derecho inalienable. No hemos renunciado a la nacionalidad Salvadorena y tenemos ese derecho como cualquier otro al interios del pais.

    Que nos nos vengan con pajas y frases vacias queremos acciones concretas.

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