Saca, Cristiani y Doña Paula

Por José Manuel Ortiz Benítez

"Él es el responsable de los 12 disidentes del partido" es la acusación que se tiran mutuamente a la cabeza desde hace varias semanas los respetables señores ex presidentes de la república, Alfredo Cristiani y Elías Antonio Saca. Es lo que en el mundo de la psicología se conoce con el nombre de "distorsión de la realidad", una patología cuyo último objetivo, en este caso particular, no es obtener el típico rédito económico-político, ni siquiera cambiar la realidad, sino sencillamente cortarle la cabeza a agluién lo más rápidamente posible, exhibirla en el centro de una gran plaza pública y decir solemnemente "éste es el traidor" (Foto JMOB: Doña Paula Aparicio de Alvarenga delante de la entrada de la Asamblea Legislativa bajo el palo de Hule).

Ustedes recordarán aquellas famosas declaraciones, que un periódico nacional siempre se aseguró poner en sus portadas, como quien dice para ser medianamente objetivo: "ARENA: Herbert Saca está tras disidentes", "Cristiani acusa a Saca y a Merino de mover dinero para 12 rebeldes", "Elías Antonio Saca niega estar detrás de los tránsfugas".

Tengo que admitir que los titulares los leí a altas horas de la noche en un mural informativo pegado a la pared, encima de los inodoros de una famosa cantina mexicana en el área de juergas nocturnas de la Gran Vía en San Salvador. Me llamó poderosamente la atención la gran creatividad que llevamos dentro los guanacos. Informarse mientras recambiamos el agua al canario delante de un inodoro es una gran invención, aun cuando la información que se nos presenta venga producida de manera sesgada, como suele ser el caso en la gran mayoría de los medios informativos salvadoreños.

"Lo que en realidad tenemos en esta nacioncita es un show político mediático entre dos grandes dinosaurios multimillonarios" dice don Chicho, ese ciudadano salvadoreño de clase media de aquí de San Salvador. "La historia nos demuestra que sólo un hombre a la vez puede ser el emperador" dice don Chicho, según acaricia su copa de vino en medio de una gran ebullición y una espesa condensación humana.

Más lejos de los alternes nocturnos de San Salvador, concretamente bajo el famoso palo de hule, doña Paula Aparicio de Alvarenga, una activista de avanzada edad, permanentemente posicionada en el ala izquierda de la entrada de la Asamblea Legislativa, dice tener pruebas fehacientes de que los verdaderos culpables de los 12 diputados disidentes en ARENA, no son los respetables ex presidentes de la república, sino "el gane electoral del Frente Farabundo Martí para la Liberación".

"A esos canallas los tapamos en la ofensiva del 89, pero gracias a los helicópteros que mandó Bush nos zamparon otra vez en la retaguardia. Yo me saqué la mecha recortada de en medio de la entrepierna, y los vergacié" dice con orgullo doña Aparicio de Alvarenga.

Doña Paula domina un perfecto francés y a su arrugada cara le falta tristemente el ojo izquierdo. Ella afirma con contundencia que el balazo del francotirador que le disparó en la cabeza desde lo alto del edificio de la Asamblea Legislativa, lo esquivó gracias a sus reflejos de "guerrillera joven y astuta" . "Yo salté al suelo rapidito y lo esquivé, el tiro dio en el cemento del otro lado a mi derecha, pero el otro cabrón me vino por detrás y me zampó el puñal por la izquierda" dice muy dolida.

"Nací en abril del año 1919 y a mis cien años me alegra ver lo que está pasando en ese partido de sinvergüenzas" continúa ya con más satisfacción.

"Le informamos que el proceso de investigación realizado arrojó, entre otros hechos, el que durante su presidencia del COENA, y específicamente durante el proceso de selección del candidato a la Presidencia de la República para las Elecciones del 15 de marzo del 2009, y de acuerdo a un procedimiento diseñado ad hoc, por el COENA que Ud. presidía, existen varios testimonios de varios correligionarios, que de acuerdo al mismo procedimiento, conformaban parte del cuerpo elector que fueron conminados por miembros del COENA a votar por uno de los precandidatos, específicamente por el Ing. Rodrigo Ávila, y se abstuvieran de votar por otra precandidata, específicamente Doña Ana Vilma de Escobar" le dice don Cristiani a don Saca en una carta muy oficiosa hecha pública en un gran periódico nacional el 13 de diciembre de 2009 en San Salvador.

El problema de Cristiani y Saca es que sus desavenencias personales se han convertido en broncas intestinas segmentadas en rounds mediáticos que cada día suben un grado más de intensidad y, a diferencia de la increíble historia que nos relata doña Aparicio de Alvarenga, la guerra entre Saca y Cristiani es verificable, real y exquisitamente a muerte.

"Yo sobreviví mi propia guerra y aquí estoy vivita y coleando controlando quién entra y quién sale de la Primera Institución de nuestra democracia" dice, con un cierto toque de jactancia, la anciana.

"En esa guerra perra que se libra al interior de ARENA, el ganador será Cristiani" vaticina finalmente doña Paula Aparicio de Alvarenga, la activista más longeva del territorio nacional, a quien he tenido el humilde gusto de entrevistar.

Otros artículos de este autor AQUÍ - José Manuel Ortiz Benítez es miembro de Salvadoreños en el Mundo

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