Democracia Salvadoreña, de niña a mujer

Por José Manuel Ortiz Benítez*

Una vez retiradas las medias, la ajustada minifalda, los tacones, el vaporoso perfume de alterne, el suculento repello de medio centímetro de espesor en sus mejillas y puesto el nuevo traje de blanco con ribetes rojos en las mangas y azules en la cintura, nuestra jovencita Democracia puede empezar a lucir como toda una respetable mujer (Imagan, Toulouse Lautrec: Modelo en la cama).

Con mucho sacrificio, se está consiguiendo, pero hay algunos adultos de bigote ancho y tupido que todavía piensan que es una niña indefensa y se empeñan en seguir manoseándola por puro vicio, codicia o enfermedad.

“Hasta el momento, ARENA no tiene una propuesta concreta, estamos analizando una gemela. Ese documento del que habla no ha pasado por mis manos. No ha sido revisado por nosotros”, ha dicho Guillermo Gallegos, el jefe de facción de ARENA en la Asamblea Legislativa, a los colegas de La Prensa Gráfica.

Como insinuando desconocer totalmente tal propuesta, don Guillermo ha ido más lejos, “sería ponerle una carga extra al próximo gobierno”, afirmó, pero antes él mismo había dicho, “estamos analizando una gemela”.

Hay una ligera contradicción en esas declaraciones, pero no merece explicaciones más profundas, la propuesta de ley de la que habla, sí.

La propuesta se denomina “Proyecto de Ley de Compensación Económica a Funcionarios y Empleados Públicos” y, como su nombre lo indica, busca indemnizar a empleados y funcionarios públicos que podrían verse afectados por la posible reestructuración de la nueva administración de Mauricio Funes.

Ese documento, que ya circula por la red, es bien claro: dos meses de compensación por cada año trabajado para todo aquel funcionario público que sea destituido o deje por voluntad propia su puesto de trabajo, lo que equivaldría, en caso de ser aprobada la medida, a la mejor protección laboral del planeta, después de la Española que ofrece hasta 45 días de indemnización por cada año trabajado a los trabajadores contratados antes del año 1998.

Como de costumbre, alguien, en algún escondite, redacta estas propuestas sucias las pasa por pasadizo secreto a los consortes en la Asamblea Legislativa y después cuando sale la “jayanada” a la luz pública, nadie sabe nada, inexplicablemente se vuelve fantasma.

El ejemplo más claro, fue aquel “decretazo” del aumento de sueldos para sus señorías los diputados. Al final no supimos a ciencia cierta quién había sido “el canallita” original de aquella lubricidad, que, al final, entre todos presionando desde nuestras trincheras ciudadanas, conseguimos darle la vuelta.

¿Qué tipos son los que redactan estas cosas y por orden de quién? A saber, Gallegos dice que él ¡no sabe nada! O nos toma el pelo, o en realidad hay un jefe por encima de su cabeza que opera desde el oscurantismo fuera de la Asamblea Legislativa. ¿Quién será?

El martes 31 de marzo al mediodía, el Presidente Saca daba unas palmaditas en el hombro al presidente electo Mauricio Funes delante de Casa Presidencial y tres horas más tarde afirmaba “seguridad laboral para los funcionarios públicos”. Día y medio después sale la iniciativa del “paquetazo”, que ahora nadie conoce. ¿Puras Coincidencias?

Por su parte el Sr. Funes, que nadie lo confunda con un títere, volvió a dar un golpe de autoridad: ni “un sólo centavo para indemnizar a empleados del gobierno ....no pienso subsidiar a militantes políticos”, dijo en su comunicado del sábado el 4 de abril, 4 días después de su cita con el presidente Saca y dos días después de conocerse el intento de hacer pasar el bulto por la Asamblea Legislativa.

No hay pruebas claras de quién es exactamente el encargado de redactar y ordenar este tipo de milongas, pero algo me dice que el Sr. Saca estaba perfectamente al corriente de la medida, que, sólo unas horas después del encuentro con Funes, ya andaba por los escritorios legislativos de la Asamblea Nacional, buscando hacerse camino por las comisiones para su aprobación “in fraganti”, como aquel “decretazo” que nos metieron a los emigrantes salvadoreños de los $4 centavos de impuesto por minuto a nuestras llamadas telefónicas hechas desde el exterior, exceptuando a empresas “call centers”, servicios y centros de llamadas de empresas corporativas.

En aquella ocasión, no hubo discusión. En el madrugón, alguien redactó la propuesta, la pasó y nos la metió.

Con menos desfachatez quizás, pero igualmente rastrero, algo parecido ocurre con el listado de candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Por ahí hay unos señores que se están autoproclamando candidatos saltándose a la torera los niveles mínimos de ética y de integridad que exige ese puesto.

Ciertamente, nuestra Democracia quiere hacerse mujer, pero hay algunos cretinos que todavía creen que a la inocente niña todavía se le puede echar mano por debajo de la falda y manosearla a placer.

Desde la resignación, la niña de ilusiones rotas ha muerto, en su lugar hay una respetable buena mujer a la que hay que cuidar y honrar, pues es nuestra madre, nuestra Democracia.

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*Miembro de Salvadoreños en el Mundo

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