La Laringitis de Mauricio Funes

Por Jose Manuel Ortiz Benitez*

Mauricio Funes da plantón al foro político de la Prensa Gráfica.

Habían llegado de traje oscuro, pelos engominados, blackberries encendidos, apuntes y demás, listos para entrar en debate frontal con el hombre que quiere ocupar el sillón del jefe en Casa Presidencial, Mauricio Funes.

En la parte técnica todo estaba preparado, cámaras, eliminación, micrófonos y otros volados pertinentes para grabar la discusión.

Al fondo del escenario ponía “Foro Político”, encima “La Prensa Gráfica” con los colores nacionales.

Como de costumbre, se había pedido el refrigerio mañanero para acompañar este tipo de tertulias, el cafecito, agua fresca de jarrón, bollos, salporitas de la tierra, etc. pero al final algo inesperado pasó: el protagonista e invitado especial no se apareció, en su lugar una llamada telefónica sobrevoló por el estudio de la Prensa Gráfica hasta aterrizar en el celular de unos de los señores trajeados para avisar que Funes no vendría.

Los técnicos se quedaron con los cables en la mano, los fotógrafos con sus cámaras colgando del cuello y los enchaquetados desdibujados, por no decir un poco encabronados –pido disculpas por el delicado francés. Habían mañaneado en balde para debatir con Funes y éste les había dado plantón.

Según la versión de la Prensa Gráfica, Funes había confirmado la asistencia al foro y el aviso de última hora sólo contribuyó a asquear más la paciencia de todos los presentes, especialmente la de los trajeados: Jorge Hernández, de Telecorporación Salvadoreña, Narciso Castillo, de Canal 33, Gabriel Trillos y José Luis Sanz, del medio anfitrión.

En las culturas anglosajonas, no acudir a una cita confirmada resulta fatal. Llamar para cancelar el compromiso con una hora de antelación resulta igualmente de fatal. En la madre de la puntualidad Inglaterra, donde aplican tolerancia cero a los impuntuales y rompe-citas, eso no sólo es una grosería cultural, sino algo que se queda a un milímetro del delito y la persecución.

Sin embargo, en las culturas latinas solemos tener una cierta elasticidad colectiva tanto con el rompimiento inesperado de última hora como con las impuntualidades en las citas adquiridas. Es como mucho una falta menor que se puede perdonar, sin demasiada resistencia o resentimientos, lo que no quita que aquellos que no se presenten a las citas concertadas o incurran en impuntualidades se les tome como gente poco seria, máxime si estamos hablando del escasísimo sector formal que todavía nos queda en nuestro país.

Según el vocero de Funes, David Rivas, al invitado especial le apareció una laringitis, un malestar que impide tener una voz clara y rotunda, herramienta de trabajo sin la cual Funes no está dispuesto a salir ni a la ventana, menos aún ponerse a debatir en un foro público. Debió ocurrirle de última hora. Lo curioso es que tampoco apareció su asesor económico, Alex Segovia. Nada se ha dicho sobre si la laringitis de Funes también afectaba al Sr. Segovia, lo más probable es que sólo afectara al des-vocalizado Funes.

Rivas me ha asegurado que la garganta de Funes se había quedado a medio gas “el domingo, durante el recorrido por tres municipios de Chalatenango”, que hablaron del compromiso con la Prensa Gráfica y que después de acordar asistir al foro tal como estaba previsto, el lunes ya con la fecha encima Funes “estaba completamente afónico” y que no quedó otra que anular la asistencia en el último minuto. Rivas dice que él asume “toda la responsabilidad” por avisar con tan poco tiempo de antelación.

Al final, la dichosa y esperada tertulia política no se llevó a cabo y el plantón de Funes ha sido tomado como algo mayor de lo que realmente es –un plantón– por los señores de corbata y traje oscuro, algo que Rivas lamenta y afirma que el candidato reparará en los daños en un futuro cercano.

Los calificativos lanzados han sonado como una canción de amor traicionero entre “peligroso”, “lamentable”, “maltrato”, “deprecio”, “irrespeto”, etc. todos achacables al comportamiento, según el organizador, poco serio sino desleal “hacia los medios” por parte de Funes, que, de momento, sólo es uno de los candidatos presidenciales.

De acuerdo a Rivas, los señores de corbata se han pasado ocho pueblos con la crítica, y que los calificativos "son desproporcionados" para un incidente menor como es no presentarse a una cita con un aviso de hora y 15 minutos de antelación.

No quiero ni imaginarme el revuelo que se podría montar si Funes fuera Presidente.

La verdad es que conociendo el registro de los contertulios invitados al foro, más que una discusión, iba ser un cuerpo a cuerpo en toda regla entre Mauricio Funes-Alex Segovia y los señores de traje oscuro, que como todos intuimos no son precisamente seguidores del FRENTE o amigos de su causa. Quizás ésta haya sido la verdadera razón por la que Funes dio marcha atrás de última hora, y no la dichosa laringitis.

Miembro de Salvadoreños en el Mundo - ©Salvadoreños en el Mundo

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